Aracena
Aracena, capital de la serranía, cuenta con aproximadamente 10.000 habitantes y comparte su nombre con la sierra en la se encuentra y con el Parque Natural de los alrededores. Este Parque Natural es uno de los espacios protegidos más importantes de Andalucía. En el centro de Aracena hay muchos monumentos culturales importantes, entre los que destacan el antiguo castillo y la iglesia parroquial, donde la influencia árabe es claramente visible.
Durante la conquista cristiana, encabezada por el rey portugués Sancho II, a principios del siglo XIII, los moros fueron expulsados. En 1255, el rey castellano Fernando III, y su hijo, Alfonso X, se aseguraron de que Aracena pasara a formar parte del reino de Sevilla. La zona permaneció escasamente poblada hasta finales del siglo XIII. El rey Sancho IV envió colonos desde León, Asturias y Galicia, y preparó la fortaleza en la cima de la colina para defender la zona contra el vecino reino de Portugal. La repoblación no fue un éxito inmediato, hasta el siglo XV, cuando la expansión de la ciudad continuó bajando por la colina y el valle.
En 1478 la construcción de la magnífica iglesia parroquial comenzó. Aunque el edificio nunca fue completado, y muchas obras de arte fueron quemadas durante la guerra civil, la parroquia sigue siendo una estructura impresionante. Hace unos años, el tejado de la iglesia fue reconstruido, recuperando así algo de su antigua gloria.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX, la ciudad creció con ímpetu renovado. El Ayuntamiento, en la Plaza de Santa Catalina, el Casino de Arias Montano y el gran mercado contribuyeron a la riqueza de la ciudad.